Mi historia

Mi nombre es Andrea y llevo la cuenta en twitter y en instagram de @fansverdasco. Llevo con la cuenta de twitter unos 5 años más o menos. Siempre que me preguntan cómo empezó mi afición hacia Verdasco, siempre respondo con la misma historia: cumplía 12 años y estaba celebrándolo con mis amigas. Yo admiraba a Juan Carlos Ferrero y a Federer. En un momento dado durante mi cumpleaños, tuve que entrar al salón y estaba jugando Verdasco, no volví a mi cumpleaños hasta que el partido acabó.

Fue la primera vez que le vi jugar y su forma de golpear la bola, la actitud, absolutamente todo de él hizo que no fuese la última ni mucho menos. Aunque esa es la historia de cómo comenzó todo, pero no de cómo llegó a convertirse en mi ejemplo a seguir, en mi ídolo.

Poca gente sabe lo que yo sufrí durante el año 2013. Nunca había sido una buena estudiante ni mucho menos, desde pequeña me había costado mucho. La ESO me fue complicado sacarla, demasiado, suspendía asignaturas, no era capaz de sacar buenas notas. Mucha gente creía que iba a repetir, algunos incluso me dijeron que no llegaría a nada. Yo me esforzaba pero muchas veces no era suficiente.

Conseguí sacarlo, raspado, pero pasé a bachillerato. Y ahí comenzaron mis verdaderos problemas. Estudiaba como nunca lo había hecho, prácticamente de sol a sol, trataba de hacer los trabajos lo mejor posible y nada de lo que hacía me valía para aprobar. Poco a poco, sin que apareciesen los resultados deseados, me fui hundiendo y a ello se le juntaron algunos problemas personales, me encontraba prácticamente en un pozo que parecía no tener fondo.

Llegó mayo y solo me quedaba junio para poder aprobar, antes de irme a septiembre. Después de terminar los exámenes de mayo me tomé una semana de tranquilidad y coincidió con el MMO. Creo que jamás podré olvidar ese torneo. Había sido un año complicado para Verdasco: lesiones, partidos perdidos que nadie se esperaba. Parecía algo desesperando, derrotado…

Pero llegó Madrid y algo cambió. En primera tocó Goffin, no había explotado pero era un jugador peligroso. De los pocos partidos que vi a lo largo del año, que fueron poco, este era diferente, Verdasco estaba diferente, con otra actitud, otra forma de correr, de luchar. Y consiguió derrotarle.

Luego llegó Raonic, twitter estaba convencido de que no ganaría, las apuestas daban por vencedor al canadiense, la gente no creía en la victoria. Yo me senté en el sofá de mi casa, me aislé del mundo (como siempre hago cuando juega) y sabía que podía lograrlo, siempre he creído en él, hasta en los peores momentos. Y vi un Fernando completamente transformado, era alguien completamente diferente a los partidos de la temporada. Llegaba a bolas que parecían inalcanzables, restaba saques a más de 220km/h, golpeaba la bola con una fuerza descomunal. Era Verdasco en estado puro. No se desesperaba por muchos aces del canadiense, por buenos puntos de Milos, él seguía luchando, nunca se rendía. El sudor caía, estaba cansado pero no paraba. Y pasó lo que pocos esperábamos, ganó. Ganó dejándose la piel y el alma en esa segunda pista del Open de Madrid.

Verdasco había caído esta temporada, había pasado malos momentos, pero cada semana se seguía levantando para luchar y si se volvía a caer, se volvía a levantar. Ese espíritu ganador, esa garra, esa lucha… es lo que me hizo a mí pensar, hizo que se convirtiese en una persona a la que admirar, a la que seguir el ejemplo. Es la persona que me hizo ver que aunque las cosas vayan mal, al final todo esfuerzo tiene su recompensa, cada sacrificio es necesario. Después de Madrid, no levanté la cabeza de los apuntes, de los libros, estudié como si no hubiese un mañana, me olvidé de los malos momentos y como él hace luché. Y lo saqué, con una nota decente.

Segundo no fue fácil, pero nadie dijo que lo fuese a ser. Y lo que Verdasco me llevaba enseñando a lo largo de los años y que entendí en un torneo, lo apliqué. Nunca he dejado de luchar por mis sueños, como él nunca lo ha dejado de hacer. Ahora estoy por empezar 3º de carrera con una nota bastante alta de media.

Por esto, cuando me preguntan por qué me gusta y sigo a Verdasco siempre respondo lo mismo, por su lucha, por su tenis, por su entrega, por todo lo que él representa y en parte por hacerme quien soy.