martes, 29 de octubre de 2013

La temporada como la he vivido yo

Lágrimas de dolor, sonrisas inesperadas y el corazón a mil. Todo, diferentes sentimientos, con algo en común, todo causado por Fernando Verdasco.
59, un número que jamás pensamos que aparecería en el ranking, pero la falta de confianza por las lesiones lo provocó.
Volvió, pero volvió sin nada, sin confianza, sin juego, con caídas tempranas en primeras rondas. Le veíamos sufrir, la cabeza gacha y notaba como sentía que no le llegaba su juego. Los dobles nos salvaban los días y gracias ellos notaba que seguía adelante. Marrero un apoyo para Fernando, el dobles daba esa confianza, aunque no fuese total.
Pero aún así, aparecieron esas críticas, insultos y artículos que leerlos te hacían pensar en tantas cosas. Hablaba de retirada, de que ya no se sabía si volvería a ser el de antes; y mientras mis ojos leían cada línea, un nudo en la garganta se hacía más grande, mis ojos se inundaban leyendo cada palabra, cada frase, cada letra llegaba al corazón y dolía. Y empezaron las preguntas: ¿Y si es verdad? Y si todo se acaba, ¿Qué hago yo aquí, apoyando? Recuerdo un momento, mientras leía uno de los artículos y me hacía esas preguntas, que giré la cabeza hacía el corcho de mi habitación y vi las fotos, varias fotos suyas, como una película de su vida, diferentes momentos y todos con algo en común, todos me habían hecho sonreír, incluso llorar de alegría, pero sobre todo me habían hecho aprender, aprender a no rendirme, a no dejar de luchar, a que si yo no confío en mí ¿quién lo hará? Tantas cosas, tantos momentos. Al volver la cabeza al ordenador, cerré el artículo y puse un tweet de apoyo a Verdasco y decidí no dejarle nunca de lado, por todo lo que me había dado. Seguían las semanas duras, que costaba sacar adelante, pero de pronto vimos como lo consiguió, como de sufrir en cada partido, volvía  a disfrutar de su tenis, de cada juego que hacía, de cada pelota que golpeaba. Le veíamos sonreír, y con el sonreía yo.
Las lágrimas salían de mis ojos con la angustiosa victoria sobre Raonic, de nuevo en su casa volvía a soñar. Ahí fue el punto de inflexión, el cambió, el Verdasco errático, cabizbajo, sin confianza; dejó de existir, paso a ser un Verdasco diferente, un Verdasco que plantaba cara a cualquiera, que aunque fuese un grande le iba a plantar cara sin miedo y se notaba. La familia Verdasquista cada vez más unida, veíamos que volvías, que nos volvías a hacer soñar, sonreír.
Para mí, el mejor torneo del año, no sólo por el juego que demostró Fernando en la pista fue Wimblendon, fue un torneo que viendo el cuadro, pocos lo creerían lo que hizo.
En cada partido, pegados a la tele, al ordenador y al whats app comentando cada momento del partido con más fans. Hubo momentos increíbles disfrutando de sus partidos, pero hubo momentos perfecto disfrutando de las amistades creadas gracias a esa familia que ha formado Verdasco de fans, empezando por hacer un vídeo a la 1 de la mañana entre risas y acabando por disfrutar como nunca del tenis y de Verdasco. Momentos inolvidables que se quedarán guardados en la retina como, aunque suene raro y algo macabro, la retirada de Tsonga jajajajaj.
Para mí uno de los mejores torneos que he vivido, el juego de Fer, verle con una confianza increíble, verle disfrutar de su tenis, notar como lo volvía a sentir. Disfrutaba viéndole así, cayó, pero cayó entre alabanzas de aquellos periódicos que le habían criticado en los momentos más duros y ahora le apoyaban. Twitter era un hervidero en aquellos torneos, no solo yo, la gente volvía a disfrutar de su juego y yo con cada partido que pasaba, me sentía más orgullosa de no haber renunciado a dejarle de lado en los momentos duros, sabía que iba a volver a ser él y con esfuerzo, lucha y entrega, volvió.


Para mí es un jugador, excepcional, técnicamente perfecto, mentalmente un poco más flojo, pero simplemente es la persona que me hace disfrutar del deporte del cual llevo enamorada desde que era pequeña, me hace soñar con ello, lo siento y es gracias a él, él me enseñó a amarlo de verdad.
Este año me llevo tantas cosas de este deporte y sobre todo de él, me llevo verle levantarse cuando todo el mundo le pisaba, saber que él es la persona que me ha hecho aprender más cosas en esta vida, verle sonreír después de duros momentos, volver a vestir la roja, torneos de ensueño, amistades que he conocido gracias a esta familia, le veo disfrutar con el dobles con una amigo, aunque no sea su especialidad. Me llevo alegría, sufrimiento, risas, momentos e instantes para recordar.
También, además de todos los fans que hacen grande esta familia, me llevo un "nuevo miembro", David Marrero, la persona que me ha hecho sonreír muchos días, siempre cerca de Verdasco y a la vez cerca de mí, risas, aunque via twitter, por su culpa. Momentos que aunque pienses que no, se agradece que haya alguien al lado de Verdasco para que le apoye en los momentos duros. Y me ha enseñado a apreciar cosas nuevas, que jamás pensé que llegaría a tener la importancia que realmente tienen, como es el dobles y eso se agradece. Y gracias a él, me llevo uno de los días más increíbles de mi vida, haber conocido a Verdasco, haber hablado con él, porque las cosas cuestan y a mí me costó más de 6 años conseguir una foto con él y la he conseguido, eso me lo llevaré conmigo siempre, porque será inolvidable, porque ha marcado mi vida.
Así he vivido yo mi año, y os doy las gracias a todos por hacerlo tan especial.





No hay comentarios:

Publicar un comentario